Pese a que pueda parecer contradictorio, falto de sentido o desconcertante publicar este artículo tras el de Kuest, creo que es hasta acertado. Los Spurs ya son eso, historia.
La temporada regular había sido confusa, irregular y decepcionante. Pese a la adquisición de Jefferson, McDyess o Blair, San Antonio había logrado quedar únicamente por delante de la última plaza de acceso a Playoffs, quizá dado por las lesiones de Parker y en menor medida de Ginóbili –a pesar de su último mes a nivel casi de MVP-. O quizá no.
Una vez arrancado el tramo decisivo del año, donde los Spurs siempre se han movido maravillosamente, con todo el equipo sano –a pesar de que Parker llegaba falto de ritmo- se logró eliminar al 2º del Oeste con cierta solvencia, ganando el segundo partido fuera de casa y sentenciando en el AT&T Center. Pero uno de los Suns más batibles que este servidor recuerda ha acabado con la franquicia texana y por la vía del sweep (si Boluda hablara inglés utilizaría esta expresión para su ya mítico chorreo). El último sweep sufrido por Spurs data de las Western Conference Finals de 2001.
¿Quién podía decir que no a lucir la camiseta del mejor jugador sudamericano de todos los tiempos? ¿Quién decía que el equipo tejano no le iba a dar guerra a los Lakers en las hipotéticas Finales de Conferencia? En 2008 nos agarramos al lamentable estado físico de Manu. En 2009 más de lo mismo. Este año no había excusa para no llegar a las semifinales de la NBA.
Los síntomas de la enfermedad están claros: no hay una serie de jugadores que den la talla y complementen al –ya no tanto- big three. La edad media de la plantilla es elevada, a pesar de haber contado con la revelación Hill y el no tan robo del draft Blair. El equipo no posee un 3 de garantías y Duncan sigue sin tener a su lado a un jugador competente que le reste de carga de trabajo o al menos le secunde en cuanto a puntos. No estoy pidiendo a Larry Bird ni al Shaq de principios de milenio, pero con un jugador como Gerald Wallace y un 4/5 competente –me van a perdonar, pero los Nesterovic, Elson o Mohammed no son jugadores competentes- estos Spurs llegarían al menos donde llegaron los Nuggets el año pasado y algo habrían hecho sufrir a los Lakers.
La remota recuperación de este equipo pasa por convencer definitivamente a Splitter de que su etapa en Europa está finalizada; de hablar con franquicias como Memphis o Minnesota para que acepten seguir escribiendo tachones en sus respectivos historiales de traspasos y accedan a dar a sus figuras a cambio de –casi- nada.